PACIENTE QUIRÚRGICO
COMENTARIO
He escogido el libro mencionado
en la bibliografía porque me gusta mucho el modo de abordar el tema del
paciente quirúrgico y de las interacciones que el profesional de enfermería
lleva a cabo con él, además es un libro que aparece recomendado en la guía y , por lo tanto, sus contenidos pueden servirnos de gran ayuda.
De las tres etapas que comportan
el proceso quirúrgico me he decantado por hacer el comentario de la primera
etapa, la fase preoperatoria, porque en este momento es cuando el paciente
entiende la cirugía como una amenaza hacia su integridad, y dicha
intervención lleva asociadas unas circunstancias especiales para él y para las
personas de su entorno, y en ese momento los enfermeros debemos estar
preparados para proporcionar nuestra ayuda y nuestros cuidados al paciente y a
sus familiares.
Como ya sabemos no hay cirugía
sin importancia, antes de la operación los pacientes son valorados y
clasificados en función a su nivel de riesgo, dicho riesgo se evalúa según diversas
escalas y clasificaciones por el servicio de anestesia. Cuando el paciente
quirúrgico ya se encuentra en la unidad de hospitalización quirúrgica se
comprueba el buen estado de los dispositivos existentes y la enfermera de la
planta realiza una entrevista y una exploración física. Las pruebas habituales
del periodo preoperatorio y que son similares en casi todos los pacientes son:
determinación de los niveles séricos de glucosa, urea, creatinina, colesterol,
etc., hemogramas completos, estudios de la coagulación, alteraciones en la
orina, electrocardiogramas, radiografías del tórax, etc.
Los principales diagnósticos
enfermeros y problemas interdependientes son: Ansiedad o miedo relacionados con
la intervención quirúrgica, la ansiedad, lo resultados impredecibles, el cambio
de imagen corporal y el conocimiento insuficiente de las rutinas
preoperatorias.
Como bueno profesionales debemos
asegurarnos de cubrir la atención psicológica del paciente que en todo momento
debe encontrase bien informado y sin dudas sobre las intervenciones que se le
van a realizar, demás, el paciente debe conocer al personal que le va a
atender, conectar con él, y que ambas partes mantengan un flujo de información
paulatino, constante y progresivo. Fruto de este clima el paciente firmara el
“consentimiento informado”.
En esta etapa también es
fundamental enseñar al paciente técnicas y trucos que le sean de utilidad en su
paso por el quirófano o cuando se encuentre en la sala de despertar para una
mejor y más fácil recuperación.
Para finalizar, y a modo de
opinión personal, creo que esta fase es fundamental en la intervención
quirúrgica para preparar al paciente tanto física como psíquicamente para que
en el momento de la intervención, y posteriormente en su recuperación, sepa
cómo actuar y que poder esperar (en estas competencias también podemos instruir
a la familia), pues esta es una etapa en la que la información es fundamental,
pues un paciente bien informado y con las ideas claras sobre como debe actuar
es tiempo ganado en el proceso de recuperación. Además es un momento en el que
desde el punto de vista del profesional podemos proporcionar apoyo y ayuda en
momentos que pueden ser, en la mayoría de los casos, de estrés y ansiedad y no
solo centrarnos en los cuidados físicos.
Bibliografía
Patricia Palacios Carretero.
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