INFECCIONES LOCALES
Y GENERALES
Control de infecciones en hospitales
Mi comentario de esta semana se encuentra centrado en las
infecciones que podemos contraer dentro del hospital, pues es un tema que me
resulta muy interesante dado que para gente que tiene pocos conocimientos sobre
el tema le podría resultar contradictorio contraer una infección en el hospital
debido a las medidas de asepsia e higiene que en este encontramos.
Podemos hablar, a grandes rasgos de dos tipos de infecciones,
las que hemos adquirido en la comunidad en la que desarrollamos nuestra vida y
la cual ya está presente o en proceso de incubación en el momento de ingreso al
hospital, y por otro lado están las infecciones nosocomiales, que son aquellas
que no están presentes ni incubándose en el momento en el que la persona
ingresa en el hospital, sino que se desarrollan después de su ingreso en éste.
Las enfermeras deben tener amplios conocimientos sobre las
infecciones nosocomiales: las infecciones de este tipo más frecuentes de este
tipo, los patógenos que las causan y como se transmiten, factores que
predisponen al paciente a padecerlas, sus efectos sobre la mortalidad y la
morbilidad, los incrementos de costes que suponen para el hospital, etc.
Ya que las enfermedades nosocomiales son aquéllas que se
contraen estando en el hospital, tendrán más riesgo de padecerla aquellas
personas cuya hospitalización es de
largos periodos, es decir, los enfermos crónicos. Sin embargo, esto no
quiere decir que las personas de hospitalizaciones cortas o de media duración
no puedan contraerlas pues también se exponen, aunque en menor medida, al riesgo.
Dentro de las áreas del hospital, no en todas encontramos la
misma probabilidad de contraer una infección nosocomial, las áreas de mayor
afección son: unidades de cuidados intensivos, unidades para pacientes con
quemaduras, unidades de diálisis y unidades de oncología, comprensiblemente
podemos entender que estas sean las áreas de mayor afectación pues encontramos
pacientes con bajas defensas biológicas, que se encuentran inmunocomprometidos,
o a los que son comunes procedimientos y dispositivos invasivos.
Nuestro trabajo como enfermeras es reconocer aquellos
pacientes que tienen más probabilidad de desarrollar infecciones nosocomiales
sabiendo que los lugares por donde es más fácil contraer una infección nosocomial
son: el tracto urinario, las heridas quirúrgicas infectadas, infecciones del
tracto respiratorio inferior y las infecciones del torrente sanguíneo. Para los
pacientes que según nuestro criterio como profesionales puedan tener más facilidad
para contraer dicha infección debemos establecer un plan de cuidados especiales
y extremar las precauciones.
Bibliografía
Long BC, PHIPPS WJ, Cassmeyer VL. Enfermería Medicoquirúrgica: Un enfoque del proceso de
enfermería 1. 3ª edición. Madrid, España: Ediciones Harcourt España S.A., 1999.
ISBN: 84-8174-270-8Patricia Palacios Carretero
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