BIBLIOGRAFÍA I: VALORACIÓN DEL PACIENTE
Vancouver: Phillips SJ, Whisnant JP. Hipertension and stroke. En: Largh,
Brenner BM, editors. Hipertension:
pathophysiology, diagnosis, and management. 2nd ed. New York: Raven
Press; 1995. 465-78.
Lewis SM, Heitkemper MM,
Dirksen SR. Valoración Enfermera: Sistema tegumentario. En:
Enfermería Médico-Quirúrgica: Valoración y Cuidados de Problemas Clínicos. 6ª
Ed. Madrid: Elsevier; 2004. p. 496-498.
Quiero dedicar esta
bibliografía a la valoración de
la piel en pacientes de raza de piel oscura, ya que considero que resulta
apropiado conocer ciertas peculiaridades presentes en la piel de dichos
pacientes con respecto a los de raza de piel blanca.
Es conveniente tener conocimiento sobre las diferencias
que se pueden presentar en la piel de esta raza, ya que a menudo la exploración
tegumentaria en estos pacientes resultar más complicada, por lo que debemos de
adquirir habilidades para cuando nos encontremos ante tal situación podamos
realizar una valoración lo más exhaustiva posible e identificar cuanto antes la
agresión a la que se enfrenta el tejido cutáneo.
La exploración suele realizarse en zonas donde la epidermis es delgada y la pigmentación más leve, como en los labios, palmas y lecho ungueal; ya que en dichas áreas se puede visualizar cualquier anomalía con más claridad.
Dado el oscuro color de la piel resulta difícil observar diversas
lesiones como petequias o exantemas; en el caso de los exantemas se pueden
reconocer si se palpa suavemente en la zona afectada. Al igual es complicado visualizar la presencia de
cianosis, porque en las personas con piel oscura existe un matiz azulado que se
puede confundir con el color característico de dicha anomalía; podríamos
identificarla con más facilidad si observamos en la conjuntiva o membranas
mucosas ya que adquirirían un color ceniciento o gris, color propio de esta
anomalía cuando se presenta en las personas de raza de piel oscura.
Realmente resulta muy difícil poder valorar el tejido
cutáneo de esta raza, pero más aún conocer el problema que está afectando a su
sistema tegumentario. Podemos darnos cuenta principalmente de que el color no
suele ser un buen indicador del problema que está afectado en la piel del
individuo, nos puede aportar información errónea o simplemente no muestra el
foco de interés; por lo que podemos deducir que la técnica de inspección con
frecuencia no es la más acertada para la valoración de estas personas. Puede
ser sustituida esta técnica por la palpación, que como ya he dicho antes en una
ocasión, puede reconocer la afección cutánea que sufre el paciente.
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